26 de marzo de 2010

Diálogo entre Dios y un Niño

Niño: PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO.
Dios: Sí, ¿qué quieres?
Niño: ¡Oye! No me interrumpa, ¡que estoy rezando!
Dios: Pero ¿no me has llamado?
Niño: Yo no te he llamado.
Dios: Entonces ¿por qué has dicho "Padre nuestro"?
Niño: Yo no quiero llamar a nadie, yo sólo estoy rezando.
Dios: Bueno...sigue.
Niño: SANTIFICADO SEA TU NOMBRE.
Dios: ¡Un momento! ¿Qué quieres decir con eso?
Niño: ¡Déjame en paz! Yo no quiero decir nada, yo estoy rezando.
Dios: Pero cuando se reza se habla con alguien y se le quiere decir algo. ¿Tú con quién estás hablando y qué le quieres decir?.
Niño: ¡Anda! ¡Pues es verdad! ¿Qué quiere decir "Santificado sea tu nombre?
Dios: Es muy fácil. Eso significa que los que rezáis así habéis aceptado el ser hijos y pareceros a mi Hijo Jesús, que siempre hizo el bien a los demás. Así es como se santifica mi Nombre.
Niño: ¡Oye! Ahora tiene sentido esto de rezar. Yo nunca lo había pensado. Bueno...yo estaba rezando ¡voy a seguir! VENGA A NOSOTROS TU REINO. HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
Dios: ¿Quieres decir eso de verdad?
Niño: Pues claro.
Dios: Y ¿qué hace para que sea verdad?
Niño: Hacer, hacer...nada...eso lo tendrás que hacer tú. Yo pienso que sería fenomenal que tú hicieras que aquí abajo hubiese tanta paz, tanta alegría y tanto amor como debe haber ahí arriba.
Dios: ¡Claro que sería fenomenal! pero ¿sabes una cosa? Eso lo quiero hacer yo a través de ti. Tú puedes realizar mi Reino, llevando alegría, paz y amor a los demás. Esa es mi voluntad.
Niño: Esto es muy complicado. ¡Deja de meterte conmigo! Yo estoy rezando porque me han dicho que para ser bueno hay que rezar. Pero...me parece que voy a dejar de rezar porque esto se está alargando mucho...
Dios: ¡Vamos! No te canses...sigue rezando.
Niño: DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
Dios: ¿Para qué me pides pan si ya lo tienes? Y además, tienes muchas cosas que no necesitas.
Niño: Pero bueno...¿no es eso lo que dice el Padrenuestro?...Si lo estoy rezando, lo tendré que decir ¿no?
Dios: Sí, pero no basta con decirlo. Es necesario que otros que no tienen pan lo tengan. Así que comparte algo de lo que tú tienes con otros que no tienen...Yo lo doy para todos...no te quedes tú con más de lo que necesitas.
Niño: ¡Bueno! Cada vez me lo pones peor. No sigo...tengo miedo a seguir...
Dios: ¿Miedo de qué? ¿De seguir rezando?... Sigue que estoy interesado por lo que viene después.
Niño: PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
Dios: ¡Claro que te voy a perdonar! Y tú ¿has perdonado a Javier?.
Niño: ¡Ni hablar! Ese Javier me ha hecho unas cosas tan feas, que me las va a pagar.
Dios: Pero...¿y tu oración qué?
Niño: Pues mi oración...yo estoy rezando el Padrenuestro.
Dios: Sí, estás rezando, pero rezar no es sólo decir palabras, es vivir lo que dices.
Niño: Bueno...ya me estoy enterando...Es difícil pero me estás convenciendo...lo perdonaré.
Dios: Esto es maravilloso ¿Cómo te sientes?.
Niño: No muy mal del todo. Estoy un poco contento, pero no te vayas, que has prometido ayudarme.
Dios: ¡No me voy, hombre!...Sigue tu oración, que todavía no has terminado.
Niño: NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN Y LÍBRANOS DEL MAL.
Dios: ¡Estupendo! Lo haré...pero tú déjame ayudarte y no te empeñes en hacerle más caso a tu comodidad, a tus caprichos, a tu egoísmo, a tu envidia, que a mí. ¿De acuerdo?.
Niño: De acuerdo. Gracias, Señor, porque ahora sé lo que es rezar. Hasta ahora creía que si rezaba podía hacer lo que quisiera. Pero ahora me doy cuenta de que cuando rezo hablo contigo y no te puedo engañar y decirte una cosa y hacer otra.
Dios: ¡Fenomenal! Ahora sí es auténtica tu oración y lo que me pides se va a realizar porque estás dispuesto a poner todo lo que puedas de tu parte.
Niño: ¡Buenas noches, Padre!
Dios: ¡Buenas noches, hijo!
.....................................................AMÉN
......

No hay comentarios:

LO QUE TODO CRISTIANO DEBE SABER Y VIVIR:

1. DIOS TE AMA, con un amor profundo, de una manera
personal e incondicional y quiere lo mejor para ti.
2. ERES PECADOR, y ese pecado te aleja de Dios
y te impide experimentar su amor.
Reconoce humildemente tu pecado y arrepiéntete.
3. JESÚS ES TU ÚNICO SALVADOR, por amor a ti murió
en la cruz y pago tu deuda. Él te salva, te perdona y te hace
libre y hoy te ofrece una vida nueva.
4. ACEPTA LA SALVACIÓN QUE TE OFRECE CRISTO,
cree y conviértete. Jesús ganó una vida para ti, por eso
recíbela creyendo y volviéndote a Él.
5. LA PROMESA DEL ESPÍRITU SANTO ES PARA TI,
la salvación de Jesús se hace presente por medio de su
Espíritu. Entonces pide y recibe el don del Espíritu Santo, y
ábrete a su acción amorosa e inicia con su gracia la nueva
vida en el Espíritu.
6. JESÚS ESTÁ EN TU COMUNIDAD, no basta nacer de
nuevo, hay que crecer en la vida nueva. Necesitas por ello
integrarte a una comunidad cristiana que alimente tu fe. Por
ello persevera en tu grupo de oración o comunidad.
Jesús ama profundamente a su Iglesia
y a ti dentro de ella.
Comparte tu vida entera en Comunidad con tus hermanos en Cristo.
....
Tú que has encontrado a Cristo en esta nuestra Santa Iglesia Católica y has hallado en ella el camino de salvación y de libertad, conócela bien, ámala, sírvela, se fiel, identifícate con ella y contribuye a mejorarla con tu oración y con tu aporte.

.

.