15 de julio de 2009

Ministerios

El capítulo 15 del Evangelio de San Juan nos da una muestra de lo que Cristo espera de aquellos que buscan seguirle. Aquí, Jesús nos habla del servicio, unido al amor y el dar fruto.
Cuando servimos y lo hacemos con amor, este servicio produce abundantes frutos y eso es lo que quiere el Señor: fruto abundante (Jn. 15,5.8.16), para que así demos gloria al Padre. El fruto es el signo de la madurez de una planta y lo es también del cristiano.
Podemos saber que un cristiano está alcanzando su madurez en la fe, no porque habla o canta bien, ni porque llama la atención, como una flor, sino porque da frutos y los principales frutos para Jesús, son: la unidad, el amor, el servicio comprometido, la fe, la alegría y la fidelidad.
Con hermanos(as) maduros dentro del grupo de oración, tendremos comunidades maduras. Las comunidades maduras son aquellas en las que cada uno de sus miembros han descubierto cómo y donde quiere Jesús que le sirvamos y habiéndolo descubierto, se ha puesto a trabajar comprometidamente por la Iglesia para la construcción del Reino de Dios.
En un Grupo de Oración o comunidad cristiana, el ambiente más adecuado para desarrollar permanentemente nuestro servicio son los ministerios. Cuando servimos así, en equipo, tenemos como lo dice San Pablo: "los mismos sentimientos que corresponden a quienes están unidos a Cristo Jesús" (Flp. 2,5). Nosotros somos los administradores de los dones y gracias de Dios, y es nuestro deber como discípulos de Cristo emplearlos al servicio de nuestros hermanos.
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La palabra "ministerio" en el Nuevo Testamento quiere decir servicio. Las Sagradas Escrituras resaltan la importancia del ministerio al servicio de la salvación (2Co.11, 14-15), del evangelio (Ef. 3,5-7) y de la nueva alianza (2Co. 3,6).
Dentro de un Grupo de Oración de la Renovación Carismática Católica, un ministerio es un equipo de hermanos de la comunidad que, compartiendo un mismo carisma y de manera permanente y comprometida, realizan un servicio o una tarea específica dentro o fuera del grupo de oración, como parte de su crecimiento personal y comunitario.
Un ministerio de servicio grupal está integrado por miembros comprometidos del grupo de oración; por tanto el ministerio pertenece y depende del grupo y sigue los lineamientos y recomendaciones que precisen su equipo de Servidores, encabezados por el responsable del grupo.
La presencia de los ministerios en los grupos de oración constituyen un elemento primordial para que la comunidad crezca armoniosamente, es decir, para que madure en Cristo. Cada uno ha recibido un don de servicio que, al ser ejercido a través de un ministerio, entonces significará un beneficio para la comunidad (1Co.12,7).
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La manifestación y desarrollo de los carismas en nuestro grupo de oración, son un signo importante de que está actuando el Espíritu Santo, que lo guía y llena de su gracia. Así es como esta acción del Espíritu de Dios realiza la unidad en la diversidad de carismas, haciendo posible la formación de diversos ministerios de acuerdo a la necesidad de la comunidad.
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LO QUE TODO CRISTIANO DEBE SABER Y VIVIR:

1. DIOS TE AMA, con un amor profundo, de una manera
personal e incondicional y quiere lo mejor para ti.
2. ERES PECADOR, y ese pecado te aleja de Dios
y te impide experimentar su amor.
Reconoce humildemente tu pecado y arrepiéntete.
3. JESÚS ES TU ÚNICO SALVADOR, por amor a ti murió
en la cruz y pago tu deuda. Él te salva, te perdona y te hace
libre y hoy te ofrece una vida nueva.
4. ACEPTA LA SALVACIÓN QUE TE OFRECE CRISTO,
cree y conviértete. Jesús ganó una vida para ti, por eso
recíbela creyendo y volviéndote a Él.
5. LA PROMESA DEL ESPÍRITU SANTO ES PARA TI,
la salvación de Jesús se hace presente por medio de su
Espíritu. Entonces pide y recibe el don del Espíritu Santo, y
ábrete a su acción amorosa e inicia con su gracia la nueva
vida en el Espíritu.
6. JESÚS ESTÁ EN TU COMUNIDAD, no basta nacer de
nuevo, hay que crecer en la vida nueva. Necesitas por ello
integrarte a una comunidad cristiana que alimente tu fe. Por
ello persevera en tu grupo de oración o comunidad.
Jesús ama profundamente a su Iglesia
y a ti dentro de ella.
Comparte tu vida entera en Comunidad con tus hermanos en Cristo.
....
Tú que has encontrado a Cristo en esta nuestra Santa Iglesia Católica y has hallado en ella el camino de salvación y de libertad, conócela bien, ámala, sírvela, se fiel, identifícate con ella y contribuye a mejorarla con tu oración y con tu aporte.

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